De “Ciudad del Limón” a una “Ciudad Blindada”. Un celoso operativo de seguridad desplegó la Casa Militar de la Nación en Tafí Viejo, localidad en la que el presidente Mauricio Macri permaneció 22 minutos exactos. Cientos de uniformados de Gendarmería Nacional y Policía Federal trabajaron ayer en conjunto con la Policía de Tucumán para garantizar la seguridad del líder de Juntos por el Cambio en tierras netamente peronistas; por lo tanto, hostiles.
Los controles comenzaron el la diagonal Leccese y se endurecieron en las cercanías del Espacio de Primera Infancia (EPI) “Estrellita de la nueva esperanza”. Cinco controles policiales, un cacheo y un detector de metales fueron las instancias a superar hasta llegar al jardín construido con el dinero decomisado que en 2007 intentó ingresar ilegalmente al país el venezolano Guido Antonini Wilson.
En 7 de Abril, Macri hizo quitar las vallasMás de medio millar de seguidores macristas superaron los controles y se apostaron sobre un vallado vestido con la bandera argentina. Banderitas patrias, el grito de “¡sí-se-pue-de!” y cánticos para los funcionarios que divisaban animaron la espera por el Jefe de Estado. Diputados, legisladores, intendentes y concejales se instalaron en las primeras filas, junto a la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley. Del otro lado de la calle, sin proponérselo, residentes del Hogar San Alberto se toparon con un espectáculo inusual y se instalaron en la galería para no perderse detalle.
Inauguración en la grieta
La diputada Elisa Carrió llegó en auto y fue ovacionada por la multitud. Minutos después, a las 18.07, aterrizó el helicóptero del que descendieron Macri; el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich; el diputado José Cano; y el subsecretario de Interior de la Nación y candidato a diputado, Domingo Amaya. Estuvieron acompañados en las escalinatas de la institución por una quincena de docentes.
El acto tuvo la magnitud de una inauguración de obra, que ayer fue sólo simbólica. El EPI quedó atascado en la grieta política ya que sigue sin habilitación por parte de la Municipalidad. El equipo del intendente Javier Noguera sostiene que falta documentación, mientras que los funcionarios afines a la Casa Rosada manifiestan que la traba es únicamente política. Por este motivo es que el Presidente de la Nación no tuvo reparos en hacer el reclamo al jefe municipal tucumano: “me parece que el intendente está un poco remolón para habilitarlo, pero vamos a pedirle por favor, todos juntos, que lo habilite”, exclamó por altoparlante. Además, ponderó la función de estas instituciones. “Estos son espacios donde se respira futuro, esperanza. Estos espacios las cambian a muchas familias”, señaló.
Fuego en las redes
Noguera, que se encuentra de gira por Estados Unidos junto al gobernador Juan Manzur, se defendió a través de Twitter e insistió con que “la habilitación es un acto administrativo que debe formalizarse” y pidió a los funcionarios macristas no confundir a la gente. Además, le pidió a Macri que explique en qué invirtió los U$S 200.000 millones de deuda. “Curiosamente la única obra de su gobierno en mi ciudad en cuatro años no tiene ese origen”, lanzó.
El dinero para la construcción del EPI (unos U$S 400.000) fue cedido por la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE). El organismo nacional firmó un acuerdo de cesión de uso precario con la Asociación Civil “Mica para los Niños”, a cargo de Mercedes Medina. Ya hay 205 niños inscriptos y el personal contratado, pero el jardín aún no abre sus puertas.
“Todo lo que hacemos es espontáneo”El fiscal municipal de Tafí Viejo, Víctor Schedan, insistió ayer con que falta documentación para poner el funcionamiento el jardín, que ya tiene 205 inscriptos y su personal contratado. “Hasta la fecha, la asociación no presentó ni un papel de lo requerido para que pueda ser habilitado”, dijo ayer.
Medina, en tanto, pidió a las autoridades “despojarse de la mezquindad política”. “Queremos trabajar para los niños. Dicen que son peronistas, pero se olvidaron que donde hay una necesidad hay un derecho”, expresó dentro de un jardín a estrenar, sin infantes.
Punto de vista
Un intento por volver a las fuentes
Por Sergio Berensztein / analista político
Mauricio Macri inició una etapa crucial en su campaña presidencial. Por un lado, intenta volver a las fuentes, tratando de acercarse más al electorado y bajar mensajes esperanzadores haciendo como que la crisis no parezca una situación definitiva en su intención de conservar el cargo. En ese contexto, eligió una provincia como Tucumán, donde hizo una mala elección en agosto pasado. Como ocurre generalmente en el norte, el distrito gobernado por el peronista Juan Manzur ha sido un terreno complicado para Cambiemos, ahora y antes.
Pero esta visita cobra más fuerza por aquello del contraste de la reciente reunión del peronismo, con la presencia del candidato presidencial por el Frente de Todos, Alberto Fernández, en aquel asado multitudinario, con un despliegue político de los segmentos más moderados de aquellos espacios que se conocen como el “albertismo”. En ese sentido, es simbólico el contraste en las formas de hacer política, en los discursos, en la estética y también en los contenidos.
Por otro lado, en lo que queda de la campaña se intentará acotar cualquier episodio que resulte incómodo para el presidente de la Nación (escraches o manifestaciones de insatisfacción de sectores de la ciudadanía afectados por la crisis o de franjas sociales políticamente motivadas).
La visita a Tucumán, además, se da luego de la incomodidad que le causó al jefe de Estado la visita del domingo pasado a Salta. Macri no se sintió a gusto con el sermón del arzobispo de esa provincia, Mario Antonio Cargnello, en un contexto especial: era inusual que Macri participara de estas conmemoraciones religiosas.
El Presidente está en un momento muy sensible de la campaña y de su liderazgo. Con Tucumán se inicia un mes que será crucial.
Hacia adelante, hay que observar el tono y las características de este último esfuerzo que realiza el candidato presidencial de Juntos por el Cambio, bajo el lema “Sí, se puede”, que tiene mucho más que ver con una cuota de voluntarismo que con chances objetivas de revertir el resultado de las PASO.